Show Notes
Crecimos creyendo que las otras mujeres eran nuestra competencia. Que solo había un asiento disponible y que debíamos pelear por él. Hoy entiendo que esa idea no era nuestra: era del mundo que nos rodeaba. El día que descubrí que las oportunidades no se reparten, se multiplican cuando caminamos juntas, mi vida dio un giro completo. Aprender de otras mujeres, hacer equipo, crecer lado a lado… eso cambió todo. La verdadera fuerza no está en competir: está en acompañarnos.